1. Resistencia superior a la oxidación
El objetivo principal del galvanizado es detener la oxidación, y ahí es donde entra en juego la capa de óxido de zinc del acero galvanizado. Así es como funciona: el recubrimiento de zinc se corroe primero, absorbiendo el impacto para que el acero subyacente se mantenga intacto por más tiempo. Sin esta capa de zinc, el metal sería mucho más propenso a oxidarse, y la exposición a la lluvia, la humedad u otros elementos naturales aceleraría el deterioro.
2. Vida útil prolongada
Esta longevidad se debe directamente al recubrimiento protector. Las investigaciones demuestran que, en circunstancias típicas, el acero galvanizado utilizado en entornos industriales puede durar hasta 50 años. Incluso en entornos altamente corrosivos (por ejemplo, lugares con mucha agua o humedad), puede resistir hasta 20 años o más.
3. Estética mejorada
La mayoría coincide en que el acero galvanizado tiene un aspecto más atractivo que muchas otras aleaciones de acero. Su superficie tiende a ser más brillante y limpia, lo que le da un aspecto pulido.
Dónde se utiliza el acero galvanizado
Se pueden utilizar diferentes procesos para la galvanización:
1. Galvanizado por inmersión en caliente
2. Electrogalvanizado
3. Difusión de zinc
4. Proyección de metal
Galvanizado por inmersión en caliente
Durante el proceso de galvanizado, el acero se sumerge en un baño de zinc fundido. El galvanizado por inmersión en caliente (HDG) consta de tres pasos básicos: preparación de la superficie, galvanizado e inspección.
Preparación de la superficie
Durante el proceso de preparación de la superficie, el acero prefabricado se envía a galvanizar y se somete a tres etapas de limpieza: desengrasado, lavado ácido y fundente. Sin este proceso de limpieza, el galvanizado no puede continuar, ya que el zinc no reacciona con el acero impuro.
Galvanizado
Tras la preparación de la superficie, el acero se sumerge en zinc fundido al 98 % a 400 °C. El ángulo de inmersión del acero en el recipiente debe permitir la salida del aire de los perfiles tubulares u otras cavidades. Esto también permite que el zinc fluya a través de todo el cuerpo del acero. De esta manera, el zinc entra en contacto con todo el acero. El hierro del interior del acero comienza a reaccionar con el zinc, formando una capa intermetálica de zinc-hierro. En la cara exterior, se deposita una capa de zinc puro.
Inspección
El último paso es inspeccionar el recubrimiento. Se realiza una inspección visual para comprobar si hay zonas sin recubrimiento en la carrocería de acero, ya que el recubrimiento no se adhiere al acero sin limpiar. También se puede utilizar un medidor de espesores magnético para determinar el espesor del recubrimiento.
2 Electrogalvanizado
El acero electrogalvanizado se produce mediante un proceso electroquímico. En este proceso, el acero se sumerge en un baño de zinc y se hace pasar una corriente eléctrica a través de él. Este proceso también se conoce como galvanoplastia.
Antes del proceso de electrogalvanizado, el acero debe limpiarse. En este proceso, el zinc actúa como ánodo para protegerlo. Para la electrólisis, se utiliza sulfato o cianuro de zinc como electrolito, mientras que el cátodo protege el acero de la corrosión. Este electrolito hace que el zinc permanezca sobre la superficie del acero como una capa. Cuanto más tiempo se sumerge el acero en el baño de zinc, más espesa se vuelve la capa.
Para mejorar la resistencia a la corrosión, ciertos recubrimientos de conversión son muy eficaces. Este proceso produce una capa adicional de hidróxidos de zinc y cromo, lo que da lugar a una apariencia azulada en la superficie del metal.
3 Penetración de zinc
El galvanizado implica la formación de una capa de zinc sobre la superficie del hierro o del acero para evitar la corrosión del metal.
En este proceso, el acero se coloca en un recipiente con zinc, que posteriormente se sella y se calienta a una temperatura inferior al punto de fusión del zinc. El resultado de esta reacción es la formación de una aleación de zinc-hierro, con una capa exterior sólida de zinc puro adherida a la superficie del acero, lo que proporciona una considerable resistencia a la corrosión. Este recubrimiento también facilita una mejor adhesión de la pintura a la superficie.
Para objetos metálicos pequeños, el galvanizado es el método óptimo. Este proceso es especialmente adecuado para componentes de acero con formas irregulares, ya que la capa exterior puede seguir fácilmente el patrón del acero base.
4 Pulverización de metal
En el proceso de zincado por pulverización de metal, se pulverizan partículas de zinc fundido, cargadas eléctricamente o atomizadas, sobre la superficie del acero. Este proceso se realiza con una pistola pulverizadora manual o una llama especial.
Antes de aplicar el recubrimiento de zinc, se deben eliminar todos los contaminantes, como los recubrimientos superficiales no deseados, el aceite y el óxido. Una vez finalizado el proceso de limpieza, las partículas de zinc fundido atomizado se pulverizan sobre la superficie rugosa, donde se solidifican.
Este método de recubrimiento por pulverización de metal es el más adecuado para evitar el descascarillado y la formación de escamas, pero no es ideal para proporcionar una resistencia significativa a la corrosión.
¿Cuánto dura un recubrimiento de zinc?
En cuanto a la durabilidad, esta suele depender del grosor del recubrimiento de zinc, así como de otros factores como el tipo de entorno, el tipo de recubrimiento de zinc utilizado y la calidad de la pintura o el recubrimiento en aerosol. Cuanto más grueso sea el recubrimiento de zinc, mayor será su vida útil.
Galvanizado por inmersión en caliente vs. galvanizado en fríoLos recubrimientos galvanizados por inmersión en caliente suelen ser más duraderos que los galvanizados en frío, ya que suelen ser más gruesos y resistentes. El galvanizado por inmersión en caliente implica la inmersión del metal en zinc fundido, mientras que en el galvanizado en frío se aplican una o dos capas mediante pulverización o brocha.
En términos de durabilidad, los recubrimientos galvanizados por inmersión en caliente pueden durar más de 50 años, independientemente de las condiciones ambientales. En cambio, los recubrimientos galvanizados por inmersión en frío suelen durar solo unos meses o algunos años, dependiendo del espesor del recubrimiento.
Además, en entornos altamente corrosivos, como los industriales, la vida útil de los recubrimientos de zinc puede ser limitada. Por lo tanto, seleccionar recubrimientos de zinc de alta calidad y mantenerlos a largo plazo es crucial para maximizar la protección contra la corrosión, el desgaste y la oxidación.
Hora de publicación: 12 de agosto de 2025